Aceite de aguacate: humectante.

Ginkgo: mejora la circulación y tiene efecto antiagregante plaquetario.

Achillea: antinflamatorio y astringente.

Tilia cordata: antiinflamatorio y drenante.

Vid roja: Sus propiedades se deben a sus sustancias vasoprotectoras. Permite combatir la insuficiencia venosa y la fragilidad capilar cutánea (por aumento de la resitencia de los vasos y disminución de su permeabilidad). Los taninos de la vid roja favorecen la contracción de las células musculares de los vasos sanguíneos, facilitando el retorno venoso de la sangre acumulada en las piernas hacia el corazón.

Hamamelis: astringente y calmante.

Equisetum: La abundancia de sales silícicas le confiere propiedades remineralizantes y contribuye al mantenimiento de la sustancia fundamental del tejido conjuntivo por los fibroblastos, aumentado la elasticidad de los tejidos. Además es astringente, hemostático por vasoconstricción local, y cicatrizante.

Aceite esencial de romero: astringente y vasodilator.